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domingo, 31 de enero de 2016

“Hetero flexibles” o el porqué los hombres heterosexuales tienen sexo con otros hombres

 




En materia sexual se dice que no hay nada escrito, aunque existe la tendencia de querer “encasillar” o “nombrar” cualquier manifestación de la sexualidad alejada de los cánones que se consideran “normales”.

Es por ello que ahora ha surgido un nuevo calificativo, “los hetero flexibles”, el que considera a aquellos hombres que tienen sexo con otro nombres y no son homosexuales.

Para el psicólogo clínico, psicoterapeuta y sexólogo Joan Vílchez, son “hombres que no acaban de sentirse muy satisfechos pueden tener la ocasión de tener relaciones con otras mujeres, con un hombre o probar ciertas prácticas que en otros tiempos estaban más censuradas”.

Es por ello que para el mundo de la ciencia este tipo de relaciones les parece natural, ya que según explica Juan Macías, psicólogo especializado en terapias sexuales y de pareja, a EL País, “a orientación sexual está construida socialmente, son categorías rígidas y excluyentes, con implicaciones que afectan a la identidad individual y social. En cambio, la práctica sexual es más flexible y más libre, es un concepto descriptivo. Se abre un espacio tremendamente sano en el que la exploración del deseo se libera de la identificación con una orientación sexual”.

Un estudio realizado en 2006 por investigadores de la Universidad de Nueva York sobre la discordancia entre comportamiento sexual e identidad sexual encontró que 131 hombres de los 2.898 analizados reconocieron tener relaciones con hombres pese a definirse como heterosexuales, por lo que fueron llamados SMSM (straight men who have sex with other men, hombres hetero que tienen sexo con otros hombres).

Pero ¿cuáles son las motivaciones de estos hombres? El perfil más extendido es el de la exploración sexual, ya que según Vílchez “está muy de moda la bisexualidad, y en realidad todos somos bisexuales: si cierras los ojos te costaría identificar quién te está acariciando, si es un hombre o una mujer. No hay un hombre que sea cien por cien homosexual ni cien por cien heterosexual”.

A esto se puede sumar el desencanto hacia el sexo opuesto, lo cual es frecuente tras algunas rupturas matrimoniales, “Cuando una pareja heterosexual está en crisis es habitual que algunos hombres sientan que no se entienden con las mujeres, que son incapaces de llevarse bien con ellas y es como que miran para otro lado. Se produce una especie de regresión, se vuelve a un estadio anterior en el que con los hombres se sentían bien juntos, como en la adolescencia. En muchos casos es una necesidad afectiva que sexual real”.

Y también está el narcicismo, como lo explicó Eugenio López, psicólogo y sexólogo, “es aquel a quien le gusta que se fijen en él. Se da mucho en los gimnasios: le agrada despertar admiración y no le importa que provenga de hombres o mujeres”.

Sin embargo, todos los especialistas recalcan que este tipo de interacciones no deben ser consideradas negativas o que requieran ser tratadas médicamente, ya que si a la persona “no le está fastidiando, ahí no hay nada que tratar”.

OTROS PUNTO DE VISTA.

Por Dinero

Hay hombres que se sienten mayormente atraídos por mujeres, pero que tienen sexo con hombres por dinero. En este grupo podemos incluir a los strippers que trabajan en los clubes gays. También están los masajistas que ofrecen sus servicios a hombres con un plus extra. Los actores que tienen sexo con otros hombres en el cine porno pueden no ser gays. En este grupo también se encuentran los jóvenes de la calle que para sobrevivir, se convierten en trabajador sexuales, o también está el hombre heterosexual seguro de sí mismo y sin compromisos que provee servicios sexuales a cambio de dinero.

Adiccion

La práctica sexual puede ser utilizada como una droga para escapar de cierto dolor psicológico y/o emocional. Al igual que con otras adicciones, el adicto al sexo suele buscar cada vez mayor intensidad en sus prácticas sexuales y su adicción asciende al punto de necesitar una “dosis más alta” con el fin de satisfacer sus necesidades y escapar o adormecer su dolor. Esto es muy común también en los adictos al porno. Un hombre heterosexual comienza su adicción consumiendo pornografía más bien light, heterosexual, pero con el tiempo empezará a ver pornografía de sexo violento y hasta pornografía con menores de edad. Hay muchos casos en los que un hombre adicto al sexo heterosexual busca tener sexo con otros hombres como una manera de incrementar la intensidad de su acto sexual.

Accesibilidad

El instinto del desahogo sexual es inevitable. En muchos casos, existen ciertas situaciones y circunstancias en las cuales un hombre heterosexual decide tener sexo con otro hombre debido a la falta de otros “medios” para mantener relaciones sexuales. Es probable que el ejemplo más conocido sea el sexo entre hombres en las cárceles. Los otros ámbitos de solo hombres donde se puede dar esta situación son la milicia, las casas de fraternidad, los jóvenes en las zonas campestres o en las culturas que realizan segregación de género, en las cuales el sexo con otros hombres está altamente disponible. También existen aquellas situaciones en las cuales un hombre que no es gay practica sexo con otros hombres al estar fácilmente accesible y requerir de poco esfuerzo para conseguirlo, como sucede en las paradas de camioneros, los parques o los baños públicos.

Curiosidad

Las personas que generalmente tienen una orientación heterosexual pueden sentir deseos leves u ocasionales hacia personas del mismo sexo. Algunos hombres jóvenes suelen ser abiertamente sexuales hacia otros hombres como parte de su desarrollo sexual. Muchas veces, jóvenes exploran y experimentan con el sexo con otros hombres como forma de aprender acerca de su propia sexualidad, para descubrir que es lo que les gusta y que es lo que no. Es bastante común que hombres jóvenes comiencen a explorar su sexualidad con otros jóvenes a una edad temprana. Los adolescentes cuyas identidades aún no están definidas, suelen explorar su sexualidad sin siquiera poseer una orientación eminentemente gay.

Bisexualidad

Existen hombres bisexuales que practican sexo con otros hombres. Habitualmente se utilizan términos como "bi-curiosos" para los hombres que están en una relación de pareja con una mujer, o que se identifican como predominantemente heterosexuales pero que también encuentran a algunos hombres sexualmente atractivos y desean tener sexo con ellos. Sin embargo, muchos hombres cuya orientación sexual es la homosexualidad, utilizan el término "bi-curioso" o "bisexual" en sí mismos como una forma de ocultar su verdadera naturaleza sexual. También existen hombres que son verdaderamente bisexuales o que no están interesados únicamente en mujeres a la hora del sexo.

Fetiches

Algunos hombres que no se identifican a sí mismos como gays, pueden resultar atraídos sexualmente por determinados comportamientos o partes del cuerpo masculino. Por ejemplo, algunos hombres tienen al pene como fetiche; se ven a sí mismos en situaciones en las cuales quisieran practicar sexo oral o simplemente ver el pene de otros hombres, pero que no tienen interés ni se sienten excitados respecto al resto del cuerpo masculino. Esta clase de hombres siempre explicitan no tener ningún interés en estar involucrado emocionalmente o en tener relaciones sexuales con otro hombre. También existen varias prácticas del Sado & Masoquismo en la cual el género del compañero sexual resulta irrelevante. Por ejemplo, un hombre heterosexual que gusta de ser azotado o recibir palmadas en el trasero podría sentirse cómodo tanto con un hombre como con una mujer como compañero sexual, ya que lo que lo excita es el comportamiento de su compañero y no su género.











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