Por Mario Alberto Reyes
México DF, abril 02 de 2013.
“¡Esto está cabrón!”, fue el
primer pensamiento que llegó a la mente del reportero Juan Pablo Proal cuando
se enteró que por un abuso policiaco, Gaby, una trabajadora sexual transgénero,
fue condenada a tres años de prisión y con ello había perdido el patrimonio
formado a lo largo de varios años.
Intrigado, el periodista inició
un reportaje para Proceso, semanario en el que labora desde hace un lustro.
Conforme escuchaba las historias de exclusión, tortura, asesinatos y desamor de
varias personas transexuales, Proal Mantilla se percató de que el espacio en la
revista sería insuficiente para plasmar las vicisitudes a las que se enfrenta
este sector poblacional, por este motivo decidió escribir un libro.
Durante el trabajo de investigación
y redacción, el coraje e indignación del reportero crecían al darse cuenta de
que prácticamente todas las “tragedias” del colectivo transexual no eran un
asunto de azar, sino que había responsables de la segregación, como por ejemplo
el sistema de salud, que poco ha hecho para incluirlo en sus políticas, además
de la falta de una cultura inclusiva en el mercado laboral, aunado a una escasa
solidaridad social.
En charla con esta agencia, Juan
Pablo Proal comparte que Vivir en el cuerpo equivocado más que denunciar llama
a “comprender y entender a los diferentes”, por quienes asegura siente una gran
empatía.
“El prólogo dice que mi interés
periodístico es hablar de los diferentes y eso es cierto. Yo me eduqué en una
familia de ultraderecha, pero siempre fui rebelde y desde entonces empato con
quienes son distintos”.
Reacio a ejercer el periodismo de
coyuntura, porque dice está repleto de comparaciones, datos y cifras que
excluyen situaciones cotidianas que atañen al público lector, el reportero oriundo
del estado de Puebla habla sobre su obra y asevera que la sexualidad es uno de
los temas más interesantes para los seres humanos.
Atribuye las conductas
discriminatorias y asesinatos cometidos contra las personas transgénero a la
ignorancia y falta de sensibilidad imperantes en la sociedad mexicana.
No obstante que a diario viven
situaciones de marginación y exclusión, para el periodista la población trans
está llena de valentía. “Tienen mucha fuerza, son tenaces, se trata de personas
ávidas de hablar, desean ser escuchadas, recibir un beso amistoso, tener
contacto con alguien que les comprenda. No quieren ser diferentes ni que se les
vea raro”.
En Vivir en el cuerpo equivocado,
el autor describe los problemas a los que se enfrenta a diario la población
transexual como la falta de documentación oficial que les impide acceder al
mercado laboral aunque cuenten con educación superior, o el estigma y abusos
policiacos del que son objeto quienes se dedican al trabajo sexual, incluso el
riesgo de perder la vida debido a los prejuicios que se tienen sobre esta
condición sexogenérica.
Percepción mediática de la diversidad sexual
Sobre la importancia de ejercer
el periodismo a través de historias, el autor apunta que la no ficción es bien
recibida por los lectores y aunque advierte que a los grandes medios de
comunicación aún no llega esta tendencia renovadora, hay muchos periodistas con
proyectos profesionales que buscan plasmar la realidad con la ayuda de técnicas
literarias.
“Siempre es interesante conocer
de otros, es padre descubrir mundos alternos. Los grandes medios ignoran el
interés social por otros temas, la llegada del internet ha abierto nuevas
puertas para los adoradores del teatro, fútbol, música, sexualidad. En internet
se pueden encontrar los espacios faltantes en los medios masivos
tradicionales”.
Proal, quien actualmente es
coeditor de la página de internet de la revista Proceso, califica de
“aburridos” a la mayoría de los medios de comunicación de México en una era en
la que se puede hacer uso de documentales y herramientas virtuales, y añade que
los emporios “acartonan” a los periodistas, les impiden ser creativos y
desarrollar la pluma convirtiéndolos en unas “grabadoras con piernas”.
“¿A quién no le gustaría leer la
biografía de su artista favorito o de algún vecino que por las noches se
disfrace de vampiro? (El tema de la transexualidad) indica a los periodistas
que hay un nicho de mercado muy interesante, por ejemplo, en música, hasta
dónde sé no hay una biografía de Juan Gabriel o de Carlos Santana, la mayoría
de los grandes músicos no tienen biógrafo, tampoco hay una buena novela sobre
las Chivas o el América, importantes equipos de fútbol. Este libro me indica
que el público quiere enterarse y conocer otras historias”.
Para Proal Mantilla escribir
libros siempre ha sido uno de sus objetivos y define a ese ejercicio
profesional como un “reto de disciplina, constancia y perseverancia” que lo
aleja de ser un periodista que no se plantea algo más allá de un reportaje o
artículo semanal.
Rechazo editorial y escándalos políticos
Tras año y medio de arduo trabajo
Vivir en el cuerpo equivocado estuvo listo, sin embargo, editarlo no fue una
tarea sencilla, las empresas grandes sostuvieron que el tema no era comercial,
que no interesaría, en las editoriales medianas los argumentos fueron
similares. El libro tardó varios meses en conseguir una casa editorial. Fue la
Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) la que finalmente le dio cabida.
“Las editoriales son como las
disqueras, le apuestan a lo seguro, a los temas que saben vendibles, a los
autores de renombre y a los betselleros. La gran mayoría de los libros que se
venden en México son de texto, desarrollo humano o superación personal. Las
editoriales le apuestan a los escándalos políticos, a los libros chatarra y a
los autores consagrados”.
Los proyectos
Luego de entrevistar a médicos,
antropólogos, sexólogos, personas transgénero y de leer decenas de artículos
sobre sexualidad, Juan Pablo Proal –profundo amante del rock-, se muestra
deseoso de alejarse un tiempo del tema. Ahora le apasionan otros proyectos,
entre ellos, la publicación de Voy a morir. La biografía oficial de José Cruz,
fundador de Real de Catorce, libro que ya tiene listo sobre el líder de la
mítica banda mexicana de blues.
“¿Cómo es posible que este gran
escritor de canciones no tenga una subvención del Estado mexicano? Los artistas
son nuestro patrimonio cultural. No es posible que al Estado le valgan madre
personajes de esta índole, prefiere gastar recursos en monumentos muy cuestionados
como la llamada Estela de Luz”.
Vivir en el cuerpo equivocado, de
Juan Pablo Proal, fue editado por la UANL, los lectores interesados pueden
adquirirlo en las instalaciones del semanario Proceso ubicadas en calle Fresas
número 13, en la colonia Del Valle de esta ciudad, próximamente estará
disponible en formato PDF en la página del autor www.juanpabloproal.com
Video disponible en:
http://www.notiese.org/videos.php?vd_id=125
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