Por Tuss Fernández
Menos mal que no accedí a
cambiar por ti…
me hubieras abandonado con
alguien que no soy.
“Tortilleras asesinas”
Sí, en 2007 ese fue el titular
de la contraportada de un diario de circulación local al menos en la versión de
borrador.
Al director le pareció
gracioso, atractivo, impactante y marketero que al día siguiente se leyera
semejante encabezado en cualquier puesto de periódicos pero, su puntada causó
escozor entre algunos miembros de la redacción al grado de convertirse en
protesta.
No recuerdo una victoria más
desabrida y pírrica como ésta pero en su versión final, en las calles pudo
leerse la nota de las “Lesbianas asesinas”.
Como si la orientación sexual
de las mujeres fuera equiparable a la gravedad del crimen que cometieron.
Cinco años después, a nivel
nacional e incluso mundial gracias al internet, esta semana pudo leerse en
varios medios de comunicación un encabezado similar:
“Soy adicto y homosexual”:
Mauricio Clark
Es decir que nuevamente, podemos
suponer que tan condenable es la primera como la segunda. O tan cuestionable, o
tan ilegal.
Lo más grave, al menos a mi
juicio, fue que el propio conductor [ilustre desconocido hasta ahora] declarara
que se hizo adicto a las drogas por ser homosexual.
Valiente favor nos hacen estos
desclosetadores [in]voluntarios! Ahora, en el inconsciente colectivo tenemos
grabado que:
Las lesbianas son asesinas.
Los homosexuales son adictos.
Los heterosexuales son santos.
Los medios de comunicación son objetivos.
Quizá por eso tengo la sana
costumbre de no ver la televisión muy a menudo, pero la gran mayoría de las
veces que en ella me he topado con representaciones de personajes LGBT (jamás
me ha tocado ver un “I”), no es más que una burda y patética encarnación de los
estereotipos machistas y heteronormados.
Tampoco me causa gracia la
prensa ‘rosa’ y mucho menos, la prensa ignorante y homo[translesbo]fóbica.
Me revientan estos DonNadie’s
que sufren y salen del clóset frente a una pantalla, pero que disfrazan su
chantaje de valentía. Me dan pena.
Paso de estos medios, de los
héroes de ocasión y de su terrible hábito de denigrarnos. Mil veces, paso.
La lógica es restar
Antier pregunté a una amiga
transexual si iría a ver el documental “En tierra de vaqueros” que Reversible
presenta este viernes en Puebla.
–No– me dijo.
Pero a la negativa le siguió un
argumento que pudo congelarme:
–Me parece una forma de
discriminación porque hacen mucho cine gay, pero nada sobre el resto de las
identidades sexuales.
Y claro, pensé yo: la lógica es
combatir la exclusión, con más exclusión!
Me rindo por hoy…
No hay comentarios:
Publicar un comentario