Escrito por Ricardo Baruch.
Agnes llegó a Puebla después de terminar su licenciatura en
psicología en la Universidad Veracruzana. Siempre se interesó por la psicología
de la salud y en particular, los asuntos relacionados a las personas con
diversas identidades de género. Colaboró con la organización Humana Trans que
busca el reconocimiento y respeto de las personas transgénero y transexuales a
nivel nacional. Fue también colaboradora de organizaciones como la Red
Democracia y Sexualidad (DEMYSEX) y Erósfera en Puebla. Varias veces participó
en entrevistas a medios locales y nacionales para dar a conocer la realidad de
cómo es en México ser una persona trans. Participó en varios eventos sobre
diversidad sexual a nivel nacional donde siempre dejaba en claro que no era
posible que en México las personas trans fueran consideradas personas de
tercera categoría.
Sufrió varias veces de la discriminación institucional por
ser una mujer transexual; aunque trató por diferentes vías solamente pudo
cambiar su sexo en el acta de nacimiento aunque su nombre de hombre seguía
apareciendo en ella. Nunca pudo obtener un pasaporte, su título de licenciatura
tenía su nombre de nacimiento, era una indocumentada en su propio país. A pesar
de contar con el apoyo de su familia proveniente de Tehuacán, Puebla y Veracruz,
sus luchas personales fueron complicadas.
¿Y quién era Agnes fuera del activismo? Era una joven a
quien le gustaba divertirse, apoyar a su mamá, salir de fiesta los fines de
semana y hacer muchos, muchos amigos. Todos sabían que Agnes era una chica
trans pero esto a pocos les importaba y nunca dudaron que ella fuera una mujer
hecha y derecha. Gustaba de usar grandes escotes y tacones altos, irradiaba
sensualidad y simpatía a donde quiera que fuera. Es difícil creer que esas
grandes pestañas y esa linda sonrisa ya no se verán más por los lugares de moda
de Cholula y Puebla capital.
El pasado lunes en el Zócalo de Puebla se reunieron cerca de
500 personas en un acto simbólico para despedirla y exigirle a la Procuraduría
General de Justicia del Gobierno del Estado que encuentre a los culpables, ya
que de las decenas de crímenes de odio por homofobia y transfobia que se han
dado en el estado, todos parecen impunes de acuerdo a Onán Vásquez, presidente
de la organización Vida Plena. Durante el evento, Brahim Zamora del
Observatorio de Derechos Sexuales y Reproductivos dio lectura a un pliego de 10
demandas de la comunidad LGBT poblana que deben cumplirse para que ya no se
repitan estos crímenes; entre los puntos importantes destacan el que se
reconozca como agravante el odio, que se haga una ley que reconozca las
identidades de género en el estado y que se creen campañas en contra de la
homofobia. En el DF también se organizó un acto para recordar a Agnes en la
representación de Puebla ubicada en la Av. Chapultepec donde acudieron decenas
de personas de la comunidad LGBT.
La vida de nuestra amiga y compañera de lucha se ha ido pero
su fuerza, su discurso y sus acciones quedarán por siempre en la memoria y en
el trabajo de las personas que siguen trabajando por el reconocimiento y el
respeto a las diversas orientaciones sexuales e identidades de género. Descanse
en paz.
“La discriminación comienza por la boca” video realizado por
Miguel de Lara y Johanna Gersch en 2009, con la participación de Agnes Torres
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