Powered By Blogger

viernes, 5 de octubre de 2012

Historia de la Homosexualidad Parte 6


Posteado por: retratosdelahistoria 

Kertbeny inventa el término "homosexualidad"

Es el 6 de mayo de 1868 que las palabras "homosexualidad" y "heterosexualidad" aparecen por vez primera por escrito en alemán, en una carta que el psiquiatra y sexólogo húngaro establecido en Viena, Károly Mária Kertbeny (1824-1882), escribe a Karl Heinrich Ulrichs. En 1869, en una carta abierta al ministro de Justicia de Prusia, hace una apología de una despenalización de la homosexualidad, utilizando Kertbeny el término de manera pública por primera vez.

Vocabulo formado por las palabras griega "Homo" y latina "sexus", ese neologismo de consonancia tan clínica cambiaría muchas cosas en la materia del fenómeno estudiado. Habrá que esperar hasta principios del siglo XX para que el término se imponga, suplantando a sus predecesores "uranismo", "inversión" o "sentimiento sexual contrario". Los términos "homosexualidad" y "heterosexualidad" acabarían integrándose en la lengua francesa de manos de la Academia en 1891.




 

"La Homosexualidad" traduce una nueva mirada y una nueva actitud mental referente al tema. Ciertamente, el acto sigue procediendo de la depravación, del pecado o de la desviación en los espíritus pero, a partir de ese momento, el fenómeno es considerado también como una enfermedad. Sufriendo ya de la reprobación social y moral, y de la vigilancia policial, he aqui que el amor entre personas del mismo sexo se ve "crucificado" también por la medicina. Aunque la palabra "homosexualidad" no hace más que engrosar una lista de epítetos derogatorios demasiado larga ("bujarrón", "castor", "culero", "infame", "moña", "tía", "corbeta", "perejilero", "flor", "mariquita", "sarasa", "sodomita", "marica", "maricón", o "pederasta"), tiene la ventaja de ser pronunciado por las voces autoritarias de los médicos. Se afirma sin problemas por su carácter científico teniendo un oponente, la "heterosexualidad", y que subraya claramente una desviación sexual sujeta al estudio. Con ello, se convierte en fuente de una modificación de gran envergadura dentro de la percepción de la cuestión. Con una doble connotación liberadora y represiva: por un lado permitirá, cuando llegue al público, a una cierta parte de la población de reconocerse y de organizarse, y por otro lado, designa tanto a los individuos aislados, poniéndoles la etiqueta de "enfermos", como a un mal social que combatir a cualquier precio. Lejos de referirse al amor, pese a las tentativas de algunos como Magnus Hirschfeld, la homosexualidad es percibida al final del siglo, y de manera creciente, como una amenaza al orden establecido, contra la reproducción, contra la productividad capitalista, y contra el modelo tan estrechamente definido de la familia burguesa. De hecho, y tan solo refiriéndose al aspecto sexual propiamente dicho, atrae desgraciadamente la atención sobre este único aspecto.


El "Psychopatia Sexualis" de Richard von Krafft-Ebing
En 1886, año del "suicidio" del rey Luis II de Baviera, Richard von Krafft-Ebing (1840-1902), un psiquiatra alemán instalado en Graz (Austria), publica una pequeño libro en latín que marcará tremendamente a la opinión pública: Psychopatia Sexualis. Como su título indica, la obra considera la homosexualidad como una forma de degeneración. Es Krafft-Ebing quien presenta concretamente la homosexualidad bajo una óptica médica. Define la homosexualidad como una "tara nevro-psicopatológica" o "estigma funcional de degeneración".

Aunque Krafft-Ebing se pronuncie contra la criminalización de los actos homosexuales, no deja de fijar o catalogar la homosexualidad en el rango de las enfermedades mentales, haciendo amalgama entre crímenes sexuales y actos de carácter erótico (homosexualidad, travestismo, fetichismo o exibicionismo). Krafft-Ebing iría hasta en calificar el erotismo de "desviación". Católico ferviente, su rechazo de la sexualidad es casi total: la única función natural de la sexualidad es la de propagar la especie humana.



 

Hijo de un célebre abogado de Heidelberg (Palatinado, Alemania), el Barón von Krafft-Ebing ejerce como psiquiatra legista, criminólogo y experto en los tribunales. Es, de hecho, el psiquiatra más famoso de Viena y tiene entre sus pacientes al archiduque y príncipe heredero Rodolfo de Austria (sus consejos no evitarían, sin embargo, que el heredero de la corona Austro-Húngara se suicidase). Justo antes de que Luis II de Baviera pereciera misteriosamente ahogado, von Krafft-Ebing había advertido al médico personal del rey de tomar medidas ante las tendencias suicidas de su paciente. A partir de 1892, el Barón von Krafft-Ebing asume durante 10 años la dirección de la psiquiatría de la Universidad de Viena, la más importante de Europa. Es a él a quien debemos el término "masoquismo", nacido del nombre y de los escritos del novelista Barón Leopold von Sacher-Masoch (1836-1895), y que asocia al sadismo, término éste sacado de otro novelista de sobras conocido por sus escandalosas obras pornográficas, el Marqués de Sade.



 

El "Psychopatia Sexualis" de Krafft-Ebing conoce un tremendo éxito. Rapidamente traducido en siete idiomas, llega hasta su 12ª edición en 1902 en el momento de su propia muerte, y hasta su 17ª edición en 1924. Aún se puede encontrar en las librerías... Este librito tendrá una capital influencia sobre el mundo de la psiquiatría, decretando lo que es sano y normal y lo que es anormal en materia sexual durante decenios. Krafft-Ebing influenciaría a Sigmund Freud sobre muchos aspectos, pero se atraerá la hostilidad de este último en 1896, al haber denigrado su primer estudio sobre la sexualidad infantil calificándola de "fábula", lo que no le impediría sostener la candidatura de Freud al puesto de profesor por dos veces consecutivas, aunque en vano. Freud tendrá que esperar hasta 1903 y la promesa del donativo de un cuadro de una de sus pacientes, Marie Ferstel, al Ministro de Educación von Hartel, para decorar la galería que proyectaba abrir, con el fin de descolgar el título de "profesor extraordinarius".
Krafft-Ebing publica otra obra en 1894, "el macho sexual desviado ante la corte de justicia", en la cual afirma que "tales degenerados no tienen derecho a la existencia en una sociedad burguesa bien establecida y reglamentada, poniendo mayormente en peligro la sociedad a lo largo y ancho de su existencia. La ciencia médica no encontró el medio para curar a esas víctimas de una tara orgánica. Deben ser absolutamente apartados, aunque no haya que considerarlos como criminales; son desgraciados que merecen nuestra compasión y piedad." 


La inversión sexual de Havelock Ellis

En 1897, el doctor Havelock Ellis, médico inglés, publica en Gran-Bretaña su "Inversión Sexual". En esta obra, levanta una lista de varias figuras históricas, desde Miguel-Angel a Verlaine, pasando por Ulrichs y Hirschfeld. Heterosexual, Ellis no tiene nada contra los homosexuales, pero aboga mayormente por la abstinencia. Pretende ayudar al invertido a llevar una conducta impecable y discreta, y permanece escéptico en cuanto a los remedios que se puedan aportar a los homosexuales. Su libro es calificado de obsceno, confiscado y destruido por orden del procurador de Londres. Los trabajos de Havelock Ellis tendrían, pese a todo, a su público e influenciarían a Sigmund Freud.




Continuara 


No hay comentarios:

Publicar un comentario