Powered By Blogger

sábado, 6 de octubre de 2012

Historia de la Homosexualidad Parte 11



Posteado por: retratosdelahistoria 


El Caso Eulenburg


En 1907 estalla en Alemania el mayor escándalo político del IIº Reich (1871-1918): el Caso Eulenburg, que provocará una auténtica ola de homofobia tanto en la prensa como en la opinión pública, y cuyas repercusiones sobre la sociedad alemana e internacional serán múltiples.

El Príncipe Philip zu Eulenburg (1847-1921), quien no esconde realmente sus preferencias amorosas, es el consejero y el más cercano amigo del emperador Guillermo II (1859-1941), subido en el trono prusiano y alemán en 1888. De 12 años mayor que el kaiser Guillermo II, Philip zu Eulenburg mantiene una relación ambigua con el soberano y se encuentra tras todas las decisiones de éste. Guillermo II le propone tomar el cargo de Canciller cuando, a principios de los años 1890, obtiene la dimisión del Príncipe Otto von Bismarck-Schoenhausen. El Príncipe zu Eulenburg preferirá permanecer en el cargo de embajador de Prusia en la corte imperial de Viena. Asqueado, von Bismarck escribe a su hijo que la relación entre el kaiser y Eulenburg "no puede escribirse sobre el papel".



Philip, príncipe zu Eulenburg-Hertefeld (1847-1921)


Un periodista judío, Maximilian Harden (1861-1927), al corriente de las prácticas de Eulenburg, le chantajea y le exige que dimita de sus funciones como embajador en Viena. Eulenburg cede al chantaje y opta por retirarse en su residencia de campo, en Alemania. Durante 3 años, Eulenburg desaparece del escenario político. Pero a partir de 1905-1906, retoma sus relaciones con el emperador. Corre entonces el rumor de que podría asumir el cargo de canciller, y el testarudo periodista Harden lanza entonces un nuevo ataque contra Eulenburg en dos artículos aparecidos en la revista Die Zukunft, acusándole implícitamente de tener una relación con el comandante militar de Berlín, Kuno von Moltke (1848-1916) -no lo confundamos con el General Helmut von Moltke, artífice de la victoria alemana durante la guerra de 1870-1871-, describiéndoles respectivamente como "el Arpista" (Eulenburg era aficionado al arpa y compositor para este instrumento) y su amante como "der Süsse" (Von Moltke tenía una debilidad por los bombones de chocolate). Eulenburg huyó a Suiza, donde se refugió para evitar el escándalo.



caricatura de 1908: Eulenburg y Von Moltke flanquean las armas de Prusia


Habría que esperar 6 meses para que la identidad de Eulenburg y de von Moltke sean públicamente reveladas. El 27 de abril de 1907, Harden publica un artículo de lo más explícito al describir que la "vita sexualis" de Eulenburg, no era mucho más sana que la del Príncipe Federico Enrique de Prusia, quien había confesado públicamente su homosexualidad. La opinión pública ve entonces en Harden al héroe que salva el aparato estatal de la depravación y de la corrupción. El kaiser Guillermo II, ya muy comprometido en su autoridad, tendrá que obligar a varios altos funcionarios a dimitir. En medio de la hecatombe, Eulenburg admitirá haber violado el artículo 175 y, tras una breve investigación, se ve beneficiado de un juicio nulo. Pero Kuno von Moltke insistirá para atacar al periodista Harden, contra el cual presentaría una querella por difamación.



el Conde Kuno von Moltke (1848-1916)


El 23 de octubre de 1907, el juicio von Moltke contra Harden se inaugura en Berlín y, durante los debates, detalles morbosos de la vida de von Moltke son revelados. Varios testigos son citados, entre los cuales Magnus Hirschfeld, siempre hambriento de publicidad, llamado a dar su testimonio de manos de Harden en calidad de experto científico. La homosexualidad de von Moltke será formalmente establecida y perderá el juicio. Es interesante subrayar que, durante el primer juicio, Hirschfeld, en calidad de experto científico, convence la corte de Justicia que von Moltke no es ni un pederasta, ni un sodomita, sino un "homosexual", insistiendo sobre su perfil afeminado, artista, muy emocional e inestable, dejando entender que la homosexualidad pueda ser una desviación psicológica innata, de la cual no se pueda ser responsable, y que no tiene por qué expresarse mediante la sexualidad. Eulenburg y von Moltke no se consideraban ellos mismos "homosexuales", ya que admitían los hechos bajo la apariencia de una relación amistosa pero rechazando de plano la etiqueta de "depravado" o de "sodomita". Ante el tribunal se justifican, jurando que nunca mantuvieron relaciones inmorales o sucias. Pero repentinamente ocurre un vuelco de la situación: el proceso judicial es anulado por vicio de forma. El Gobierno Prusiano ha comprendido que la victoria de Harden, un periodista judío, asociado a Hirschfeld, otro judío que dirigía el CCH, ponía en peligro la reputación de las instituciones y la respectabilidad de la clase gobernante.

Mientras tanto, el 6 de noviembre de 1907, otro juicio se iniciaba, el que oponía el canciller imperial von Bülow (1849-1929) a Adolf Brand, editor de la revista Der Eigene. Adolf Brand acusa a von Bülow de homosexualidad. Brand, que podría ser calificado de precursor de la política del "outing", adopta una táctica distinta de la de Hirschfeld. Desea llamar la atención sobre la injusticia del art.175 él también, pero de manera mucho más provocadora y menos políticamente correcta, haciendo una lista de "casos actuales" de homosexuales. Es finalmente él, tras una sola jornada de juicio, quien será condenado a 18 meses de cárcel por difamación.

El 18 de diciembre de 1907 se abre el segundo juicio entre Harden y von Moltke, al término del cual el antiguo comandante militar de Berlín es inocentado y Harden es condenado a 4 meses de cárcel por difamación. Feliz, el kaiser Guillermo II rehabilita públicamente a Eulenburg y a von Moltke. Pero la alegría será de corta durada ya que Harden, una vez fuera de la cárcel, pone en pie una estratagema para hacer caer a Eulenburg y a von Moltke. Se asocia a un editor bávaro, Anton Städele, y hace publicar por éste un fraudulento artículo afirmando que Eulenburg le había entregado 1 millón de marcos para que dejase de atacarle. Harden se querella entonces contra Städele, su comparsa, y transforma el tribunal en un escenario público para relatar en él los detalles del Caso Eulenburg. En el juicio va hasta a citar como testigos a amantes de Eulenburg con el fin de provocar otro juicio, por perjurio esta vez, Eulenburg habiendo jurado nunca haber violado el art.175. La estrategia funciona y, el 7 de mayo de 1908, Eulenburg es inculpado por perjurio. Pero tras nuevos juicios que durarían hasta 1909, nunca sería condenado, fingiendo estar enfermo y desmayándose en las sesiones del tribunal.

A finales de 1908, otro escándalo, acallado éste, implica directamente al kaiser Guillermo II de Alemania. El emperador comete una "metida de pata" diplomática colosal al conceder una entrevista al rotativo británico The Daily Telegraph, en la cual expone sus opiniones sobre las relaciones anglo-germanas y su rivalidad en la conquista de los mares. La publicación de la entrevista provoca un escándalo en el Reichstag, tanto entre los rangos de los adversarios de una entente germano-británica como entre los políticos que no veían con buenos ojos la divulgación de la estrategia alemana en la prensa británica. Despechado, Guillermo II se retira en su propiedad campestre de la Selva Negra para una partida de caza. Es allí, en el curso de una fiesta, que el Conde Dietrich von Hülsen-Häseler, jefe del Secretariado Militar, da el espectáculo tras la cena y ejecuta un "paso en solitario" vestido con un tutú de bailarina. La asistencia estalla en carcajadas hasta que el conde travestido cae fulminado bajo los ojos del kaiser Guillermo, víctima de un infarto. Guillermo II abandona a toda prisa la sala para no ser visto e intenta acallar el incidente. Afortunadamente, semejante incidente no llegaría a oídos del gran público, pero el emperador, ya afectado por el Caso Eulenburg y el escándalo de la entrevista del Daily Telegraph, no soportará este nuevo asunto y se hundirá irremediablemente en una depresión nerviosa. Un invitado a la famosa cena con "espectáculo" escribió: "En Guillermo II he visto un hombre que, por primera vez en su vida, con ojos petrificados de horror, tuvo que ver el mundo tal y como es verdaderamente".

No hay comentarios:

Publicar un comentario