Escrito por Samuel Adam
Publicado en Homozapping
“No una conjura, ni una emboscada sino,
más metódica y negociadamente, una organización. La organización deliberada,
alerta, exaltada, melancólica, inclemente, tierna, paternalista, de una
inferioridad”. Así describe al sexismo Carlos Monsiváis, “una suma ideológica
que es una práctica, una técnica que es una cosmovisión”.
Crítico y analítico del feminismo,
machismo, sexismo y la diversidad sexual,
Monsiváis se describió a si mismo como un escritor que “alterna su
misoginia con una encendida defensa del feminismo”. Descripción de donde se
desprende el título del libro “Misógino feminista”, compilación de ensayos,
crónicas, notas y reseñas variadas que el escritor publicara en la revista
Debate feminista, y que su entrañable amiga Marta Lamas revisó y seleccionó
para su publicación.
La noche de ayer, en el Centro Cultural
Bella Época, y a poco menos de tres años de su muerte, distintas mujeres
recordaron al ensayista, narrador, cronista y sabio que “conjugó todos los
géneros y todas las disciplinas”, pero también al compañero en la lucha de
género, confidente, y amigo.
Elena Poniatowska, quien acompañó
durante años al escritor, declaró que “Monsiváis amó a su país, amó a sus
gatos, amó a sus escritos, pero no amó a las mujeres; ni una vez, ni un día, ni
un ratito”. Habló de Linda Egan, otra de las amigas de Monsiváis, quien llamara
al autor como “inclasificable”, al igual que Octavio Paz y su caracterización
al “género Carlos Monsiváis”.
“Las mujeres lo amamos con pasión
tormentosa y entre más rechazadas, más lo seguimos, y la reunión de mujeres es
una prueba de ello”. No se hagan ilusiones el gato Monsiváis no nos quiere”.
Bromeó la escritora.
Otras amigas del autor, como las
hermanas Carmen y Magdalena Galindo, Lilia Rossbach y Raquel Serur, recordaron
el tiempo de reuniones en bares, las llamadas telefónicas, las críticas, los
regaños, la ironía, el amor por el lenguaje y la palabra, por el cine y por los
gatos, de uno de los intelectuales más importantes del siglo XX.
A su vez las escritoras Sandra Lorenzano
y Carmen Buollosa describieron a su amigo como un “mounstro” que escribió y
analizó todo. Un personaje que amaba la calle y el juego verbal, que siempre se
mantuvo dentro de la batalla cultural mexicana, dando “larga vida a la
indignación moral”. Su prima, Beatriz Sánchez Monsiváis, destacó la importancia
de reunir los textos con estas temáticas, ya que dejan ver los alcances que
hasta hoy vive una sociedad “patriarcal”.
Al fin de la presentación, el catedrático
José Luis Ibáñez dio lectura a “Alabemos ahora”, ensayo de Monsiváis que
destaca la historia de la mujer en México.
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