En la Grecia antigua, el erastés (griego ἐραστής, 'amante')
era un hombre adulto comprometido en una pareja pederástica con un adolescente,
llamado erómeno.
Un erastés era generalmente un ciudadano influyente de la
clase alta, comprometido en la vida social y política de su polis, que gozaba
de cierta fortuna. Aunque algunas veces estaba casado y era padre de familia,
generalmente esta relación tenía lugar antes del matrimonio, que en el caso de
la sociedad griega era tardío, ya entrada la treintena.
Asumir la carga de una relación pederástica era costoso: por
ejemplo, en el caso de Creta, las fiestas que clausuraban el período de prueba
suponían un banquete (simposio) y varios regalos rituales prescritos: un buey,
para sacrificar a Zeus; un equipo militar, para significar que el erómeno era
en adelante un guerrero que podía defender a su ciudad; y una copa, para
significar que el erómeno podía participar en adelante en los banquetes
(simposios) de los hombres. En otras ciudades, los ritos y regalos eran
diferentes pero igualmente caros, y no era raro que los amigos del erastés
ayudaran a costear el gasto, acontecimiento que reunía a los amigos de una y
otra parte, como una fiesta de familia.
Además de convertirse en el amigo y amante del muchacho, el
erastés adquiría un estatus similar al de un familiar masculino del chico y era
responsable de su educación, en especial de su formación militar.
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