Muchos son los secretos que guarda el libro más leído y
publicado del mundo, algunos de ellos relacionados con la homosexualidad.
Por José Luis
Villalobos.
La condena de la homosexualidad desde la
religión cristiana es tan antigua como La Bilbia. Este libro recoge la palabra
de Dios, que a su vez es el centro teológico de la religión judía y cristiana.
Por tanto, la primera pregunta que nos planteamos es: ¿Condena La Biblia la
homosexualidad? La respuesta es sí. Sin embargo hay que sugerir que, como
mínimo, no se puede tomar todo al pie de la letra, pues también afirma que el
Sol gira alrededor de La Tierra y no al revés, tal como ocurre en realidad.
gaysenlaiglesiaPara comenzar hay
que evidenciar que La Biblia no establece la homosexualidad como un pecado de
mayor importancia que otros. Todo pecado es ofensivo a Dios. De hecho, en
ningún momento se hace referencia a la homosexualidad con un término evidente,
sino mediante expresiones o frases.
La referencia más directa a la
condena de la homosexualidad está en uno de los primeros libros de La Biblia,
Levítico 18:22, donde al hablar de la "honestidad matrimonial" se
incluye que "no te acostarás con un hombre como se hace con una mujer; es
una abominación". Más adelante afirma que la condena a este pecado es la
muerte. En este mismo libro de La Bilbia también se hace referencia a la
zoofilia, el incesto, la prostitución... Siendo, más que un libro religioso, un
código de leyes para regir la vida de la sociedad judía de hace más de 3.000
años. Para comprender bien estas palabras, debemos verlas a través de los ojos
de la Historia, pero no por ello dejar de criticarlo desde nuestra realidad presente.
Ya en el Nuevo Testamento, y
citando más de estas referencias a la homosexualidad, está la Carta a los
Romanos 1:27. Aquí se critica al paganismo, dejando patente cómo chocó la
sexualidad del mundo antiguo, es decir, del Imperio Romano (en buena parte
heredero de la sociedad griega), con la nueva sociedad y religión
judeocristiana:
"también los varones,
abandonando el uso natural de la mujer, se abrazaron en la concupiscencia de
los unos con los otros, hombres con hombres, cometiendo cosas vergonzosas y
recibiendo en sí mismos la debida recompensa del extravío". San Pablo
llega a afirmar en su Carta a los Corintios 6:9 y 6:10 "No os engañéis: ni
los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los
sodomitas [...] heredarán el reino de Dios".
Algo más difícil de interpretar
son los ejemplos de personajes homosexuales que aparecen en La Biblia.
Usualmente se cita el caso de David y Jonatán basándose en esta lectura del
Segundo libro de Samuel en 1:26. "Estoy tan angustiado por ti, hermano
mío, Jonatán. Me eras carísimo. Tu amor era para mí más dulce que el amor de
las mujeres". Puede interpretarse desde el punto de vista del amor
homosexual, pero el contexto sitúa la frase dentro del combate y el
hermanamiento entre guerreros.
Hay que sentenciar que no aparece
ninguna referencia al amor lésbico en La Biblia, seguramente debido a que ésta
fue escrita por hombres en épocas fuertemente machistas.
Para finalizar recordaré una
noticia de finales del 2012, la publicación de La Biblia gay en Estados Unidos.
Los cambios en ella no son sustanciales. Sencillamente se han cambiado los
versos que tenían referencias homosexuales, moderando así las posibles
"interpretaciones homofóbicas". Esta Biblia es conocida popularmente
con el sobrenombre de La Biblia de la reina Jacobo, ya que es una nueva versión
de la traducción inglesa de La Biblia de 1611, realizada al amparo del Rey
Jacobo I de Inglaterra. Aunque habitualmente se cree que dicho monarca era
homosexual, y de ahí su apelativo de "la reina Jacobo", no hay
pruebas históricas contundentes que lo afirmen. Lo que sí se puede atestiguar
es que dicha traducción es anónima, y que a pesar de haber recibido muchas
críticas desde instituciones cristianas, elude la discriminación del colectivo
LGTB.
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