Los antiguos romanos creían en Venus ( Diosa Del Amor)
y en todas sus manifestaciones: desde un simple beso, un abrazo fraternal, el
coito e inclusive hasta las enfermedades; de ahí el termino “enfermedades
venéreas”. La relación entre el acto sexual, procreación y las
enfermedades por transmisión sexual es tan vieja como la historia del
mundo; se tiene costancia del uso de primeros “preservativos” en étapas
muy tempranas de distintas civilizaciones, en las cuales se utilizaban las
viceras y/o tripas de ciertos animales, como sacos o bolsas protectoras
del miembro masculino, impidiendo que los fluidos se mezclaran. Ya en el
antiguo Egipto, al menos desde 50 a. C., se tenía constancia de una forma
rudimentaria de profiláctico, donde se utilizaban fundas de tela sobre el
pene. La leyenda del Rey Minos (50 a. C.) hace referencia al empleo de vejigas
natatorias de pescado o vejigas de cabra para retener el semen.
En los siglos XVII-XVIII en Inglaterra, mientras se
vivía un apogeo sexual, alentado por las casas de citas o la prostitución
callejera, podemos encontrar los primeros preservativos hechos a partir de
fibras vegetales y algunos latex de la época. Éstos preservativos contaban con
adaptaciones como un par de cintas; una que amarraba un extremo de éste y otra
que podía ajustarse para mantenerlo fijo al miembro. Cabe destacar que éstos
prservativos eran hechos a mano y eran re-utilizados por los portadores
probablemente durante muchos encuentros. Recordemos que ésta época fue Europa
el principal centro epidemiológico de Sífilis. Fue hasta el siglo XIX
cuando se empezaron a manufacturar condones ( la primera vez que apareció la
palabra “condón” fue en un estudio sobre Sífilis del Dr. Turner), hechos de
latex indio, cuya practicidad e higiene fue bien recibida entre la población
sexualmente activa.
Éstos primeros condones de latex fueron fabricados en
diferentes medidas e incluso texturas, pero por decicisón colectiva médica se
prefirió estandarizar la medida y las características, creando las condiciones
para una industria naciente. ; la medida estándar de un preservativo masculino
es de 180 mm de largo, 52 mm de ancho nominal y entre 0,06 y 0,07 mm de grosor.
El preservativo femenino consiste en una bolsa que recubre el interior de la
vagina. Mide de 160 a 180 mm de largo y de 76 a 82 mm de ancho, dependiendo del
punto donde se tome la medida, ya que sus paredes no son paralelas. Su grosor
varía entre 0,041 mm y 0,061 mm.
PRUEBAS DE CALIDAD
Éste apartado es de vital importancia, pues a veces no
basta con que vayas a la farmacia a comprar un condón; tu protección va más
allá de la farmacia. Si bien a veces no reparamos en el origen o las
pruebas a las que fueron sometidos, no está de más conocerlas, pues muy
probablemente en algún encuentro sexual podrías necesitar de que el condón que
utilizaste halla pasado con éxito las apruebas a las que fue sometido, no
querrás que un condón defectuoso cambie tu vida de la noche a la mañana.
Las siguientes pruebas son las standard y cada comercializadora y/o
laboratorio están obligados a realizarlas sobre sus productos; no son las
unicas pero son las más frecuentes.
Volumen de estallido
Se mide la
capacidad de aire que soporta el preservativo antes de estallar.
Presión de estallido
Se mide la
resistencia a la presión sobre la superficie del preservativo.
Inspección visual de defectos
Se buscan
burbujas, malformaciones o pliegues.
Suspensión con agua
Se buscan
orificios no visibles, rellenando una muestra de preservativos con agua para
comprobar si se filtra.
Solidez del color
Si un condón
viene raspado o degradado por algún factor externo.
Empacado y etiquetado de acuerdo a las normas del país
o región de que se trate
No se fíen,
aunque no lo crean hay condones de origen muy incierto.
Hermeticidad del empaque primario.
Que un
empaque esté bien cerrado es de vital importancia para tu salud, pues podria
evitarte germenes o agentes externos que podrian lastimar a tu pareja o a ti.
Aunque la
utilización del condón es solo uno de tantos métodos anticonceptivos la
invitación es a que lo uses, tanto hombres como mujeres, la salud no tiene
pretexto, y si no te gusta usarlo puedes optar por otro método que te
satisfaga, recuerda que hay pastillas, parches, inyecciones, operaciones
(recuerda que tambien es importantísimo que acudas al médico ya sea por
información o a consulta); es muy fácil, el chiste es que te cuides, y nos
cuides a todos.
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