La comunidad gay de Monterrey celebró el 15
aniversario Iglesia de la Comunidad Metropolitana
Monterrey.- Con la fe por encima de los tabúes que
rodean a los diferentes cultos religiosos, la comunidad gay de Monterrey
celebró el 15 aniversario Iglesia de la Comunidad Metropolitana.
Gays, lesbianas, bisexuales y transgénero, encuentran
cobijo a la expresión de su fe sin los tapujos de los cultos ordinarios, que
segregan a quienes han decidido redefinir su orientación sexual e ir más allá
de los atavíos de una sociedad que está lejos de integrarlos a los diferentes
ámbitos, social, laboral, y por supuesto religioso.
Conocida en el ambiente como la "Casa de
Luz", el templo de orientación cristina fundado por el Reverendo David
Pettitt (enero 1998) cuenta con 250 miembros activos dentro de su comunidad.
Fue primero espacio de expresión para las comunidades
gay-lésbicas y transgénero, quienes encontraron apoyo para la expresión de sus
ideas, pero en años recientes la propia iglesia logró convertir el templo
ubicado sobre la calle Diego de Montemayor en un lugar para la reflexión y la
profesión de fe.
Ricardo, uno de los integrantes de la mesa directiva
de la "Casa de Luz", reconoce que feligreses y personas que acuden a
los ritos sienten la libertad de poder expresar su fe al tiempo de
identificarse en pareja, situación que no es bien vista socialmente en el
entorno de los cultos tradicionales.
"Aquí no existe discriminación", sentencia
al tiempo que Geraldine, una chica trans reconoce que son pocos los espacios
donde pueden encontrar paz y libre expresión en tolerancia, y sin el morbo de
quienes juzgan a las personas por su apariencia y orientación.
"En la Casa de Luz he podido ser yo misma, aquí
he encontrado buenos amigos, he encontrado el apoyo moral que lamentablemente
allá afuera seguimos como una comunidad muy marginada, en la que la
discriminación está al borde del día para nosotras".
Iglesia de la Comunidad Metropolitana no sólo predica
la palabra de Dios y apoya a su comunidad en la fe, sino que además permite a
las parejas del mismo sexo experimentar la posibilidad de participar en ritos
como el matrimonio y bautizos.
Más de un centenar de parejas han acudido a contraer
nupcias en la capilla ubicada sobre la calle Diego de Montemayor. La
"santa Unión" se efectúa ante la presencia de un reverendo o líder
espiritual, obteniendo con ello la bendición matrimonial y un certificado que
para la legislación mexicana posee la misma validez que cualquier documento
expedido por la iglesia católica, o cualquiera otra constituida ante la
Secretaría de Gobernación.
Thelma, quien está próxima a casarse con su pareja
Mónica, no puede ocular su alegría y nerviosismo ante la cercanía de la fecha.
Casadas ante la ley civil en la Ciudad de México, ahora esperan dar el gran
paso, importante para ellas aunque lamentablemente el tabú social les obligue a
ocultarlo.
"Nunca me manifesté (orientación sexual) ante mi
familia, pero yo en mi persona sí la manifestaba. Tengo tiempo que vengo aquí a
a la Casa de Luz y cuando estoy con Mónica lo manifiesto con ella ya somos
pareja y venimos aquí en pareja pero en mi casa no lo manifiesto tanto".
Mónica atraviesa por una situación similar, pero
buscan la forma en que no sea un impedimento para disfrutar de una vida en
pareja, que incluye la fe y la expresión entre quienes tienen como ellas la
necesidad de ser escuchados por un ser superior, y sentirse parte de una
comunidad que no sólo las comprende, sino las hace sentir parte de algo
importante, que en su momento la sociedad les ha arrebatado.
"El contraer nupcias es igual a cualquier otra
pareja, es celebrar nuestra unión delante de la sociedad y legalmente pero la
aceptación de la sexualidad es difícil dependiendo del entorno donde te
envuelvas".
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